En 1956, la Asamblea General de Naciones Unidas recomendó que se instituyera en todos los países un Día Universal de la Infancia, que se consagraría a la fraternidad y a la comprensión entre los niños y las niñas del mundo entero y se destinaría a actividades propias para promover el bienestar de los niños y niñas del mundo.
El 20 de noviembre de 1959, la ONU aprobó la Declaración Universal de los Derechos de la Infancia, y desde entonces, cada año, celebramos en todo el mundo el Día Internacional de los Derechos de la Infancia.