La Asamblea General de las Naciones Unidas, en su resolución 60/209 de fecha 22 de diciembre de 2005, proclamó el 20 de diciembre de cada año Día Internacional de la Solidaridad Humana, considerando que la solidaridad es uno de los valores fundamentales y universales en que deberían basarse las relaciones entre los pueblos.
Según destacan las Naciones Unidas, la solidaridad es un pilar central de la cooperación internacional. La globalización y la creciente interdependencia suponen un cambio en nuestra forma de cooperar. En un mundo globalizado se pueden presentar oportunidades para lograr un desarrollo económico y social más amplio y más rápido, pero es necesario que los beneficios de la globalización sean equitativos y estén guiados por el principio de solidaridad.
La palabra "solidaridad" viene del latín "solidus" (sólido), aunque no fue utilizada con el significado actual hasta finales del siglo XVII en Francia. Durante el siglo XVII comienza a emplearse como sustituto del término cristiano caridad. En los siglos XIX y XX se extiende su uso y su significado evoluciona hasta el actual, que enfatiza el valor ético.
La solidaridad en nuestro día a día
No es necesario participar directamente en las labores de desescombro tras un terremoto para poner en práctica nuestra solidaridad. Cada día se nos presentan oportunidades para ser solidarios con las personas que nos rodean. Un primer paso es ponernos en el lugar de otro e intentar entender sus problemas desde su perspectiva. A partir de ahí podremos apoyarle mejor, en la medida en que necesite nuestra ayuda.
Recuerda que la solidaridad es una forma de apoyo que se realiza desde la igualdad y teniendo en cuenta los principios básicos de justicia social e interdependencia: no somos mejores que otras personas por ser solidarios con ellos, ya que la solidaridad es recíproca. Al solidarizarnos formamos parte de los problemas de nuestro entorno y de sus soluciones. Cuando participamos de manera solidaria en la solución de un problema logramos que las cosas cambien, pero también cambiamos nosotros mismos.