El 21 de marzo es el primer día de otoño en el hemisferio sur y el primero de primavera en el hemisferio norte. De este modo, para marcarle carácter simultáneo en todo el mundo, los estados miembros de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) eligieron, en 1971, esta fecha para celebrar el Día Forestal Mundial.
Es importante destacar que todos los tipos de bosques contribuyen a la seguridad alimentaria, agua y aire limpios, y a la protección del suelo y que su cuidado es fundamental para lograr un desarrollo sostenible.
A pesar de lo importantes que son para nosotros, no siempre los protegemos como deberíamos. La mitad de los bosques que una vez cubrieron la Tierra, 29 millones de kilómetros cuadrados, han desaparecido, cerca del 78 por ciento de los bosques primarios han sido destruidos y el 22 por ciento restante están amenazados por la extracción de madera, la conversión a otros usos como la agricultura y la ganadería, la minería, los grandes embalses, las carreteras y las pistas forestales, el crecimiento demográfico y el cambio climático. Un total de 76 países han perdido ya todos sus bosques primarios y otros once pueden perderlos en los próximos años.
La Asamblea General de las Naciones Unidas decidió en 2012 proclamar el 21 de marzo Día Internacional de los Bosques. A partir de 2013, se conmemorará este Día todos los años con el fin de celebrar la importancia de los bosques y los árboles para toda la vida en la Tierra y promover la concienciación al respecto.
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